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Esta región es conocida por sus paisajes montañosos, valles verdes y pintorescos pueblos que reflejan la esencia de la vida rural del norte de Burgos. Los Altos ofrece una variedad de experiencias que invitan tanto a la aventura como a la relajación, todo ello en un marco natural privilegiado y cargado de historia. Es un destino perfecto para quienes buscan desconectar, disfrutar de la naturaleza y empaparse de la cultura local.
Los Altos de Burgos están rodeados de majestuosas montañas y cañones que ofrecen rutas de senderismo impresionantes. Caminos que serpentean a través de valles y bosques permiten explorar lugares como las Hoces del Ebro y Rudrón, donde el río ha creado desfiladeros espectaculares. Las rutas permiten disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza, la observación de aves y la diversidad de flora y fauna.
El Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil es otro punto destacado, con senderos bien señalizados para todos los niveles y una biodiversidad fascinante, ideal para los amantes del ecoturismo y la fotografía de paisajes.
Esta comarca está salpicada de pequeñas iglesias románicas, castillos y restos históricos que cuentan la historia medieval de Castilla. Frías, una de las ciudades más pequeñas de España, es una parada imprescindible por su castillo medieval, sus calles empedradas y sus casas colgantes. También se pueden visitar pueblos como Oña y Poza de la Sal, llenos de encanto histórico y cultural, donde se conservan monasterios, murallas y torres defensivas.
El Monasterio de San Salvador de Oña es una joya del románico que alberga siglos de historia, y el Castillo de Frías ofrece vistas impresionantes de la comarca.
La geografía de los Altos de Burgos es perfecta para los deportes de aventura. Las rutas en bicicleta de montaña, la escalada en rocas naturales y el piragüismo en los ríos que atraviesan la región son actividades muy populares. Las paredes de roca caliza y los cañones son ideales para practicar escalada y disfrutar de vistas panorámicas.
En las áreas de aguas tranquilas de los ríos Ebro y Rudrón, también es posible hacer piragüismo o paseos en kayak, lo que permite disfrutar de una experiencia más activa en plena naturaleza.
La gastronomía es un reflejo de la vida rural y las tradiciones de la región. Aquí se puede degustar auténticos platos de la cocina castellana, como el lechazo asado, guisos de caza, morcillas y productos de la huerta. También destacan los quesos artesanales y la miel local. Muchos restaurantes y casas rurales de la zona ofrecen menús con ingredientes frescos y de proximidad, permitiendo a los visitantes disfrutar de los sabores locales en un ambiente rural.
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